lunes, 23 de noviembre de 2015

Participación de alumnos de Bachillerato en el Proyecto STARTinnova

Los alumnos visitan la empresa LOSTAL, mentora en el proyecto formativo.

Los alumnos de Bachillerato, en la visita a la empresa cántabra LOSTAL

La familia como valor empresarial
La empresa familiar cuenta con elementos propios
que los alumnos del Pereda han conocido gracias a Lostal

Santiago y Maribel comparten trabajo. Y apellido. Lostal. Son la cuarta generación que se hace cargo del negocio familiar. Un negocio que nació en 1910, de la mano de sus bisabuelos, Eduardo Lostal y Matilde Gutiérrez.

Sobre esa aventura de emprendimiento familiar a principios de siglo XX se desarrolla la exposición que ofrecen a los alumnos del IES José María Pereda, el centro al que asesoran como mentores en STARTinnova. No van a contarles una iniciativa empresarial; van a narrarles los detalles de su propia historia y la de sus antepasados.

Trabajador de la traída de aguas, el fundador del negocio detectó una necesidad; aumentar el suministro de materiales de construcción y decidió ponerle remedio. Ese fue el comienzo de una empresa que, con un capital inicial de 5.000 pesetas, a día de hoy factura entre 7 y 8 millones de euros anuales.

En 1924 tras el fallecimiento de su marido, es su viuda la que pasa a hacerse cargo del negocio familiar, apoyada por sus cinco hijos, en lo que coloquialmente llaman 'Fuenteovejuna'; todos a una.

Aquella primera empresa se ubicaba en la calle Cervantes. Encima estaba su propia vivienda.

La Guerra Civil ralentizó pero no detuvo su actividad y fue justo al finalizar la contienda bélica cuando también falleció la madre.

Sus cinco hijos pasaron a ocuparse de la empresa, tomando la decisión de repartir igualitariamente responsabilidad, funciones y salarios. Como señala Santiago, «es difícil gestionar una empresa en la que todos son dueños», pero unos suplían las carencias de otros y se apoyaban en sus fortalezas, en un modelo de total complementariedad, algo «muy importante para que funcione un equipo».

Ese criterio sigue vigente en la actualidad y el Director Gerente de Lostal se lo ejemplifica a los alumnos a través del gráfico Inside; un círculo dividido en cuatro esferas de otros tantos colores disintos. Cada uno de esos colores representa la características definitorias de un modelo de trabajador, de persona, que nada tienen que ver con las de los otros tres, pero que unidas, logran una forma conjunta mejor. «El éxito está en la combinación», destaca.

Los hermanos Lostal eran una piña, se respaldaban, se respetaban y basaban sus decisiones en el beneficio común por encima del propio. Tomaron la directriz de mantener a sus respectivos cónyuges fuera del negocio familiar, algo que tuvieron claro desde el principio y que aún se mantiene.

Otro de las ragos que hicieron funcionar su negocio fue la excelente relación que mantenían con empleados y colaboradores, creando un clima de trabajo propicio en el que todos se sentían parte de una meta común.

En 1941, un hecho dramático marcó el crecimiento exponencial de la empresa; el incendio que arrasó la ciudad de Santander. La necesidad de materiales para proceder a la reconstrucción impulsó su papel. Tuvieron que recurrir a proveedores de fuera de la región para poder dar respuesta a la altísima demanda que propició la catástrofe.

La tercera generación, los nietos, se incorporó en 1971 y entre 1994 y 2007 se fueron sumando los bisnietos de los fundadores, que son los actuales responsables de la firma.

Los estudiantes del IES Pereda, intuyen las áreas de actividad de Lostal, pero Santiago les detalla que la construcción es una de las ramas básicas. Por eso, con la crisis general que se inició en el año 2008, la empresa se resintió. Una auténtica «convulsión», sentencia. «Antes, cuando bajaba la construcción subía la venta de componentes y viceversa, pero en esta ocasión cayó todo».

Y con esa caída generalizada, cayeron también los ingresos hasta un 70% en un periodo de cuatro años. Se vieron obligados a ajustar la plantilla a la mitad y adaptarse a un entorno de incertidumbre constante al que se sumaba la amenaza comercial que suponían los grandes grupos internacionales.

Para dar respuesta a esta situación apostaron por la colaboración.

Se incorporaron a dos potentes cluster de empresas. En primer lugar, Cobber Iberia que cuenta con 11 socios en toda España y más tarde en la red europea Euro-Mat en la que figuran otros seis representantes nacionales. Además de sumarse a una red de empresas que son referentes de diferentes sectores en sus zonas de influencia, estas sinergias les ofrecían interesantes oportunidades de interrrelación y aprendizaje a medio plazo.

Las nuevas generaciones de Lostal no permanecieron al margen de los avances tecnológicos entre los cuales, la informática destaca como un elemento fundamental en la mejora de la gestión. En 1960 adquirieron el primer ordenador, aunque para que los estudiantes entiendan las abismales diferencias con un equipo actual, les muestran fotografías de aquel aparato de grandes dimensiones que tenía, sobre todo, funciones mecánicas. «Siempre hemos entendido la informática como un arma estratégica para el negocio, a la que destinamos una parte importante del presupuesto».

La charla impartida por Santiago y Maribel está acompañada de imágenes que la mayoría guardan en un álbum familiar, pero que en su caso son indivisibles de la historia de la empresa. Como tampoco pueden separar los valores morales y conlleva apellidarse Lostal. Mesura, responsabilidad social asociada a esa herencia, honestidad, seriedad... «Son los valores que aporta una empresa familiar y que, sin embargo, no suelen asociarse a la figura tradicional de un empresario», matizan.

Entre las conclusiones finales que exponen a los alumnos, mientras responden algunas de sus dudas, tras un encuentro que según Eulogio Fernándes, jefe del departamento de Tecnología, les resultará muy útil para tomar ideas, destacan varios conceptos: hay que separar familia y empresa, adaptarse a las circunstancias, la poda favorece las ramas viables y finalmente, «la inquietud te hace estar abierto a muchas oportunidades valiosas»